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El ingeniero Antonio Urbano Castelán -catedrático e investigador de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV-IPN)-, mencionó que la estufa urbana de concentración solar tiene como antecedente una estufa solar rural, con la cual obtuvo recientemente el segundo lugar nacional en la categoría de Energías Renovables, en un certamen organizado por la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía (CONAE).

“Por los resultados tan promisorios que obtuvimos con el diseño de la estufa rural, se está trabajando en la estufa solar urbana -única a nivel mundial-, que beneficiaría a millones de personas que viven en poblaciones pequeñas y grandes metrópolis altamente pobladas, donde los efectos de la contaminación se acentúan con mayor fuerza por la emisión de bióxido de carbono a la atmósfera”, aseguró.

Indicó que el sistema de concentración solar se puede adaptar perfectamente en la azotea de una casa común –como si fuera una antena parabólica-, ya que la estructura que la soporta contiene 610 espejos planos, tiene una dimensión de 3.50 por 3.50 metros y está fabricada con aluminio, cobre y vidrio-espejo.

Explicó que la estufa cuenta con un módulo solar fotovoltaico de 10 watts pico de capacidad que permite a los 610 pequeños espejos planos moverse con 2 grados de libertad, y a la estructura que soporta a los espejos rotar a 360 grados -para el ángulo de acimut solar- y de 0 a 90 grados para altitud solar. “Esto permite captar la energía solar en su máximo nivel durante todo el día, mediante una visión estereoscópica con sensores ópticos especiales”, acotó.

Urbano Castelán detalló que la estufa estará provista de un tanque térmico con capacidad de mil litros -que ocupa un metro cúbico de espacio-, la cual se adaptará a un costado de las hornillas en las que se cocinará, a fin de evitar pérdidas térmicas por transmisión de calor.

“El tanque contendrá aceite automotriz reciclado procedente de los parques vehiculares, que circulará por una tubería en forma de serpentín y absorberá la energía solar concentrada en un punto específico de la estructura, la cual adquirirá una temperatura de entre 350 y 400 grados centígrados; cuando haya días nublados, la estufa continuará funcionando de cinco a siete días porque utilizará la energía térmica acumulada”, detalló.

El especialista del IPN refirió que la estufa tendrá la capacidad de cocer todo tipo de alimentos e incluso podrá utilizarse para hornear pan.

Aseveró que el sistema de concentración solar se puede adaptar para que una casa-habitación cuente con agua caliente en la regadera y climatizar las casas en época invernal. Además -dijo- podría tener aplicaciones para satisfacer las necesidades energéticas de negocios como: pizzerías, tortillerías, restaurantes, hoteles y cafeterías, así como el precalentado en procesos industriales.

Apuntó que con los cuidados necesarios, la estufa solar tendría una vida útil de 30 años. “La estructura es muy sencilla y si se llega a romper o deteriorar algún espejo, se puede reemplazar sin ningún problema, porque es material convencional que puede comprarse en cualquier vidriería”, subrayó.

El especialista del IPN mencionó que con el avance de la ciencia y la tecnología es posible que en unos años los organismos encargados de la construcción de vivienda incorporen al diseño de las casas este tipo de tecnología e incluso se hagan adaptaciones para que dos familias o más, utilicen la infraestructura y el termo-tanque mediante conexiones independientes. “Esto operaría como una alternativa energética limpia, sustentable y permanente”, aseguró.

Finalmente, el ingeniero José Antonio Urbano Castelán manifestó que por sus aportaciones, se gestionará la patente internacional de la Estufa Urbana de Concentración Solar, toda vez que pone a México a la vanguardia en la búsqueda de tecnologías sustentables que contribuyen al cuidado del ambiente.

IPN